Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones
Politicas





Monumento a las víctimas del Terrorismo de Estado.

"A las 13 horas del 10 de diciembre de 1997 sucedió algo que provocará que la memoria no sea un hueco ciego, inexistente en la conciencia moral de este país. Organismos argentinos de derechos humanos entregaron a los legisladores porteños un petitorio 'para la realización de un Paseo que contenga un monumento poliescultural por los desaparecidos, que incluya sus nombres, en la zona de la Costanera Norte, en el Río de la Plata, como lugar simbólico donde muchas víctimas de la represión fueron arrojadas'. Los legisladores aceptaron el petitorio con sencillez y prometieron consagrarse a la tarea de lograr su realización. Ese día, ese miércoles 10 de diciembre de 1997, era el Día Internacional de los Derechos Humanos. Una de las madres aclaró que no debería tratarse de un monumento "faraónico", porque "eso estaría contra de las ideas de nuestros hijos".

Algunos imaginaron un Paseo que penetrara en el río y la inscripción en sus murallas de los nombres de los desaparecidos. Así, la poderosa imagen del Vietnam Memorial de Washington se adueñó de todos.

El Vietnam Memorial es uno de los más conmovedores monumentos jamás construidos. "Uno ingresa al monumento por uno de sus extremos. Aquí, la negra pared apenas se remonta unos centímetros del piso. Aquí meramente hubo un lugar para grabar el nombre de un solo muerto. Luego dos. Cuatro. Ocho. Veinte. Y la pared va creciendo. Crece la pared y crece la cantidad de nombres, la cantidad de muertos. Y uno no sabe si esta descendiendo o es que la pared crece. Ocurren dos cosas: quien recorre el monumento desciende y la pared crece. Y crecen los nombres. Y la sensación es que los muertos crecen y se apilan y están unos sobre los otros y acaban por cubrirlo completamente a uno. Por fin, uno sabe, siente, que está en una enorme tumba, cubierto de cadáveres".

Será imprescindible escribir con apasionada minuciosidad los nombres de los arrojados al río en el monumento que proponen los organismos de derechos humanos. Ese monumento se alzará para que nadie olvide que nuestro río color león se tiñó del color de la sangre y que el río más ancho del mundo lo fue para recibir cadáveres desde los aviones navales. La sumatoria de los nombres tiene un poder visual del que carecen las cifras.

Una cosa es decir "ocho mil" y otra es "ver" ocho mil nombres escritos sobre piedra. Esta visión es sobrecogedora, imborrable. Se acerca a la dimensión del horror con más poder que la cifra abstracta. El monumento no se hace para decretar la muerte de nadie ni para congelar la lucha por la justicia, que es y será siempre, la lucha por el castigo a los responsables del genocidio. Se hace para que todos sepan que nuestro pasado hiere nuestro presente. Que le quitaron la inocencia a nuestro río. Que lo pusieron al servicio de la muerte. Y que la única posibilidad de redimirlo, de incorporarlo otra vez a nuestra memoria verdadera, será penetrarlo y escribirle los nombres de los seres que se devoró, que le hicieron devorar y que, ahora, con nosotros, con esta democracia imperfecta pero empeñosa, se atreverá, por fin, a decir en voz alta."

José Pablo Feinman
"La sangre derramada. Ensayo sobre la violencia política"
Bs.As. Ariel, 1998.

Motivaciones con que se abre el Concurso Internacional, para las esculturas del Parque de la Memoria.

Durante la década del '70 en los países del Cono Sur (Argentina, Uruguay, Chile y Bolivia) se instauraron Dictaduras Militares que rompieron el orden constitucional y que se sumaron a la de Brasil y a la que por décadas venía soportando el Paraguay.

Se basaron en la Doctrina de la Seguridad Nacional para suprimir el movimiento que desde la década del 60' intentaba a nivel mundial cambiar las injustas estructuras socioeconómicas.

En nuestro país, con el pretexto de combatir los movimientos guerrilleros (para esa fecha prácticamente desarticulados) la Dictadura Militar convirtió al Estado en terrorista y reprimió al movimiento popular para imponer el proyecto neoliberal. En los años previos se había encarcelado y asesinado a miles de militantes y se había comenzado con la práctica de la desaparición forzada. A partir del 24 de marzo de 1976 - fecha de iniciación de la dictadura - esta práctica se convirtió en un método masivo y sistemático.

Estas son las cifras oficiales sobre casi 9.000 desaparecidos (CONADEP): El 48,1% eran trabajadores (gran parte de ellos, además estudiantes); 10,7% profesionales; 21% estudiantes; 5,7% docentes; 3,8% amas de casa; 2,9% periodistas, escritores y artistas y 0,3% religiosos.

El 75,4% fueron secuestrados en sus domicilios, lugares de trabajo o estudio o en dependencias militare, penales o policiales, delante de testigos, que vieron cómo se los llevaban maniatados y encapuchados a alguno de los 360 Centros Clandestinos de Detención que funcionaron en el país. Allí fueron sometidos a terribles torturas, violaciones y vejaciones.

Entre los secuestrados había 250 adolescentes de entre 13 y 18 años, y 172 niños.

Esto dentro de un método aplicado sólo en nuestro país: la apropiación de los niños secuestrados y la preservación de las mujeres embarazadas en cautiverio hasta el nacimiento de sus bebés.

Esas madres continúan desaparecidas; sus hijos fueron apropiados por sus desaparecedores y se los privó de su identidad, de su familia y de su historia.

Los Organismos de Derechos Humanos que desde hace 23 años vienen reclamando Verdad y Justicia presentaron un proyecto para la creación de un lugar de recordación y homenaje frente al Río de la Plata con un parque poliescultural y un monumento donde se registraran los nombres de las víctimas del Terrorismo de Estado. Este fue tomado por legisladores de la Ciudad Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires que el 21 de julio de 1998, aprobaron la ley Nº 46, que crea "en la franja costera del Río de la Plata un paseo público donde se emplazará un monumento y un grupo poliescultural en homenaje a los detenidos-desaparecidos y asesinados por el Terrorismo de Estado en los años 70 e inicios de los 80 hasta la recuperación del estado de derecho".

Este monumento se levantará frente al río porque en sus aguas fueron arrojadas muchas de las víctimas. Lo confesaron algunos de los asesinos y lo conoce bien desde hace mucho tiempo el pueblo argentino. Este parque escultórico y este lugar de memoria no pretende cerrar heridas que no pueden cerrarse ni suplantar la verdad y la justicia. Nada devolverá la paz real a los familiares que no han podido conocer el destino final de sus seres queridos que fueron salvajemente torturados y asesinados sin haber sido juzgados. Este parque tendrá el significado de un testimonio, de un recuerdo simbólico y de homenaje a esos que seres que se quiso borrar y que el mundo conoce con la denominación de "desaparecidos", así como a todos lo que fueron asesinados. Estarán presentes con sus nombres y con la evocación que se haga de sus vidas truncadas.

Las futuras generaciones se enfrentarán allí con la memoria del horror cometido, para tomar conciencia de la necesidad de que NUNCA MAS se repitan estos hechos.

Los artistas que aquí convocamos a concurso deberán tener en cuenta, en el momento de la creación, por un lado la necesidad de sacarlos de ese anonimato y de ese número incierto que nada dice de la historia de cada uno y, por otra parte, la importancia de reflejar sus proyectos y los ideales de libertad y justicia social por los que lucharon.

Esperamos que la inspiración y el talento de los artistas confluyan para que la voluntad ciudadana se concrete sin solemnidades ni estridencias, que no buscaron ni aprobarían quienes lucharon por la alegría....

"Por la alegría vivo
por la alegría lucho
por la alegría muero...
Que jamás la tristeza
Vaya unida a mi nombre"
Julius Fusik
Escritor y héroe de la resistencia checoeslovaca ejecutado en la horca por los nazis.

Este Parque estará ubicado en la Costanera Norte y en él se construirá el monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado. El Monumento consiste en una grieta (para nosotros "la herida") abierta en la colina que se ubicará en el Parque. En esta herida se colocarán estelas de granito negro de 1 metro por 2,50 y en ellas se inscribirán los nombres de los desaparecidos y asesinados durante la última dictadura militar. La grieta tendrá entre cuatro y seis metros de alto, y entre ocho y doce metros de ancho.

Este Monumento se levantará como una reivindicación de la lucha de esas miles de víctimas.

Invitamos a todos los familiares de las víctimas que no hayan sido denunciados ante la CONADEP, u otros organismos, a traer los nombres de sus seres queridos para que sean inscriptos en este Monumento.

Buenos Aires, marzo de 1999.

Nota: Se ruega difundir, sin omitir su autor.


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